jueves, 22 de noviembre de 2007

Cuando la semilla cae en el suelo:

- Primero absorbe el agua del suelo y se hincha.

- Luego se abre y sale una pequeña raíz.

- Por último, aparece el tallo, que lleva las primeras hojas de la nueva planta.

Después de todo esto, la planta crece toda su vida.

La germinación es el conjunto de fenómenos que ocurren cuando el embrión contenido de la semilla pasa de la vida latente a la vida activa. Ocurre cuando las reservas nutritivas son movilizadas por la acción de las diastasas, al ser puesta la semilla en condiciones de temperatura y humedad adecuadas.

El embrión y el endosperma se hinchan; la gémula y la radícula comienzan su desarrollo: la gémula se hunde en la tierra y la radícula se eleva por encima del suelo hasta ponerse en contacto con la luz, con la atmósfera, y entonces forma la clorofila.

Importancia de las plantas.

Las plantas son la base de la pirámide alimenticia de todos los seres vivos. Desde hace mucho tiempo la vida de los pueblos antiguos dependía de ellas. De las plantas conseguimos alimentos, medicinas, fibras, colorantes y utensilios.

Los pueblos primitivos reconocían a las plantas por su olor y su sabor, ahora las podemos observar, describir y clasificar; la ciencia que se dedica a eso es la botánica. En ella se estudia su clasificación y ésta les da un nombre. Esto es porque no existe ningún ser vivo exactamente igual a otro, pero sí hay muchos parecidos.

Con estos datos podemos agrupar las diferentes formas de vida que se relacionan entre sí y a este grupo se le llama especie.

La especie es la unidad básica empleada en la clasificación de formas vivientes y está constituida por los organismos que se parecen mucho entre ellos.

Si agrupamos a las especies semejantes obtenemos el género y la familia a los que pertenecen; los géneros similares constituyen grupos mayores que se llaman órdenes, que juntos forman las clases.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Estructura de una semilla.


La parte externa de la semilla se llama cáscara o cubierta de la semilla. La cáscara de la semilla ayuda a proteger al embrión de lesiones y también para que no muera. Las cáscaras de semillas pueden ser delgadas y suaves como las habas o frijoles y gruesas y duras como el coco. El endospermo, un suministro temporal de alimentos que, envuelve al embrión en forma de hojas especiales llamadas cotiledones. Éstas son generalmente las primeras partes visibles cuando germina la semilla.
Las plantas se clasifican de acuerdo al número de hojas (cotiledones) de la semilla. Las plantas tales como césped o grama pueden ser
monocotiledones, tienen un cotiledón. Dicotiledones son plantas que tiene dos cotiledones.

Proceso de Germinación.


Las semillas pueden mantenerse dormidas o inactivas hasta que las condiciones sean apropiadas para germinar. Todas las semillas necesitan agua, oxígeno, y una temperatura apropiada para germinar. Algunas semillas también requieren luz apropiada. Algunas germinan mejor con luz total mientras que otras requieren oscuridad para germinar.
Cuando una semilla se expone a las condiciones apropiadas, agua y oxígeno son tomados a través de la cáscara de la semilla. Las células del embrión comienzan a agrandarse. Entonces la cáscara de la semilla empieza a abrirse y la raíz o
radícula emerge primero, seguido por la plúmula que es como un brote muy pequeño que contiene hojas y tallo.

Muchas cosas pueden causar una pobre germinación. Un riego muy frecuente hace que la planta no tenga suficiente oxígeno. Plantar semillas demasiado profundo puede causar que la planta utilice toda su energía almacenada, antes de alcanzar la superficie del suelo. Las condiciones secas causan que la planta no tenga suficiente humedad para comenzar el proceso de germinación y para su crecimiento.
Algunas cáscaras de semillas son tan duras, que el agua y el oxígeno no pueden pasar a través de ellas hasta que la capa se rompa. Humedecer o raspar las semillas ayudará a romper la cáscara de la semilla. Las campanillas moradas y las semillas de acacia son ejemplos. Otras semillas necesitan ser expuestas a temperaturas apropiadas. La semilla de manzana no germinará a menos que tenga temperaturas frías por un período de tiempo.

Veamos como crece una planta...


jueves, 8 de noviembre de 2007

Breve introducción del crecimiento de las plantas.

LA VIDA independiente de una planta superior comienza en el momento en que una semilla germina. Las semillas son los órganos elaborados por la reproducción de las plantas adultas. Tienen la posibilidad de ser transportadas a distancia de donde son producidas, ya sea por el viento, el agua y/o los animales (diseminación), para generar nuevas plantas en otros sitios. La gran mayoría de las semillas pueden permanecer en un estado de respiración reducida o prácticamente suspendida, interrupción del crecimiento y parcial deshidratación, por un tiempo más o menos largo (latencia o letargo), hasta que las condiciones externas son adecuadas para la iniciación del crecimiento de la nueva planta.

Si estudiamos cuidadosamente la anatomía de una semilla, nos daremos cuenta que consiste esencialmente en una pequeña planta encapsulada dentro de una cubierta más o menos resistente y provista de los alimentos orgánicos necesarios para comenzar a crecer. Generalmente son almidones o grasas y proteínas. La gran mayoría de las semillas contienen muy poca agua, así que necesitan un medio externo húmedo para hidratarse y aumentar de volumen antes de que se inicie la germinación.
Como podemos ver en la figura 20, las semillas de diferentes plantas varían en forma, tamaño y anatomía interna pero, en esencia lo más importante, es que en todas se halla contenida una pequeña plantita que es el embrión de una futura planta. A veces, el embrión es sólo un conjunto de células sin forma definida aún en las semillas más pequeñas pero, en la mayoría de los casos, el embrión muestra ya las primeras partes de lo que será la futura planta: raíz, tallo y hojas en escala diminuta.




Continuando con la descripción del proceso de germinación, éste se inicia cuando el agua penetra al interior de las células embrionarias que entonces aumentan de volumen y algunas comienzan a alargarse, perdiendo su forma isodiamétrica para adquirir una forma cilíndrica o prismática. El crecimiento en longitud que esto ocasiona en el embrión, hace que la raíz, posteriormente el tallo y en ocasiones las hojas embrionarias salgan de la semilla, o de lo que de ella queda, terminando así la germinación e iniciándose el crecimiento de la nueva planta de los dos medios que en adelante ocupará: el suelo y el aire. En la figura 22 hemos representado la etapa crucial del establecimiento de una plántula.
Durante el crecimiento, la formación de los tejidos de las plantas sigue básicamente tres pasos: la división (o mitosis) de las células embrionarias para formar nuevas células, el agrandamiento y/o alargamiento de estas células y su diferenciación final en células con una función específica, ya sean vasos, células fotosintéticas, almacenadoras, epidérmicas, etc., que desempeñarán su función durante el resto de su existencia ya sea en forma viva o no, dependiendo de cuál sea el tejido u órgano que se esté desarrollando.

sábado, 3 de noviembre de 2007