Las plantas son la base de la pirámide alimenticia de todos los seres vivos. Desde hace mucho tiempo la vida de los pueblos antiguos dependía de ellas. De las plantas conseguimos alimentos, medicinas, fibras, colorantes y utensilios.
Los pueblos primitivos reconocían a las plantas por su olor y su sabor, ahora las podemos observar, describir y clasificar; la ciencia que se dedica a eso es la botánica. En ella se estudia su clasificación y ésta les da un nombre. Esto es porque no existe ningún ser vivo exactamente igual a otro, pero sí hay muchos parecidos.
Con estos datos podemos agrupar las diferentes formas de vida que se relacionan entre sí y a este grupo se le llama especie.
La especie es la unidad básica empleada en la clasificación de formas vivientes y está constituida por los organismos que se parecen mucho entre ellos.
Si agrupamos a las especies semejantes obtenemos el género y la familia a los que pertenecen; los géneros similares constituyen grupos mayores que se llaman órdenes, que juntos forman las clases.
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